Recuperación patrimonial
En julio de 2006 se presentaba al público la Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana 1936–1937 (ARAMA 36/37), entidad privada, no lucrativa, que un grupo de profesionales en diversas disciplinas puso en marcha para promover, desde una perspectiva neutral, el estudio, preservación y revalorización patrimonial de los campos de batalla de la guerra civil en el que fuera frente de Asturias, especialmente aquellos donde las estructuras defensivas levantadas por los combatientes de ambos bandos sobrevivieron al paso del tiempo.
En esas mismas fechas en Grupo de Desarrollo Rural Camín Real de La Mesa planeaba un proyecto de revalorización patrimonial desde una perspectiva turístico-cultural vinculada a las construcciones de la contienda en el concejo de Candamo. Como era de suponer ambas iniciativas convergieron en un convenio de colaboración firmado en Grullos a mediados de 2007 por el cual ARAMA 36/37 se encargaría de diseñar, de forma totalmente altruista, un proyecto de puesta en valor del patrimonio histórico de la sierra del Pedroso y Bufarán, que desde un primer momento contó con el apoyo del Ayuntamiento de Candamo y el impulso del grupo de desarrollo rural que encargó el estudio técnico y recabó la financiación necesaria.
Un equipo multidisciplinar formado por integrantes de esta asociación comenzó a trabajar en el proyecto renunciando a cualquier tipo de remuneración. Al complejo trabajo de campo enfocado en la localización e inventario de estructuras y el diseño de las rutas aprovechando antiguos caminos abandonados (incluidas algunas pistas militares de la guerra) se añadió una intensa labor de gabinete (consulta de archivos civiles y militares, recopilación cartográfica y fotográfica, elaboración de contenidos divulgativos…), que llevó más de dos años. En 2009 el proyecto quedó definido y a la espera de aprobación. Ésta se dio a finales de 2010 y en 2011 comenzó su ejecución.
Abandonado el campo de batalla, la vegetación había ocultado –y por ello preservado– las obras defensivas que hoy son un extraordinario ejemplo de la preparación del terreno para el combate siguiendo los dictámines de la época: trincheras de diverso tipo y función, pozos de tirador, observatorios, vivacs, abrigos de combate, emplazamientos de obra para armas automáticas y cañones se han mantenido casi intactos, siendo la sierra del Pedroso y Bufarán, en único lugar del centro de Asturias donde el entramado de obras de fortificación originarias de la guerra civil no ha sufrido apenas alteración y se mantiene en alto grado de integridad.
A este importante valor patrimonial hay que añadir sin duda el rememorativo. Aquí se llevaron a cabo importantes operaciones militares, algunas de indudable repercusión en el desarrollo de la guerra en el Norte. Como ejemplo, la última acción ofensiva republicana en la cornisa cantábrica, que regó de sangre la sierra el 1 de agosto de 1937 para no variar un ápice las situación del frente; los más de seiscientos muertos que dejó aquella jornada, en su inmensa mayoría bajas propias, son un ejemplo de la tragedia humana que supone una guerra, más aún si se trata de una guerra civil.
Por su significación y trascendencia, la contienda española del 36, uno de los momentos clave en la Historia del siglo XX, debe permanecer en nuestra memoria colectiva y ser objeto de estudio y divulgación. La pedagogía de la paz no puede obviar la guerra ni sus escenarios. No debemos ignorar estos vestigios materiales, testigos de la pérdida de tantas vidas. Los sentimientos que producen son intensos, pues forman parte de nuestra historia más íntima, vinculados al conflicto brutal que enfrentó a nuestros ascendientes.
Gracias a esta iniciativa se han recuperado unos vestigios sumidos durante décadas en el abandono, ignorados y desprotegidos; ahora podemos “ponernos en lugar” de los combatientes y civiles que vivieron esos difíciles años y construyeron y utilizaron estas obras de fortificación, auténticas arquitecturas de una época de violencia.
Desde ARAMA y en nombre de todas las personas, entidades y organismos que han participado en este proyecto damos la bienvenida al Espacio Histórico Frente del Nalón a las personas interesadas en la Historia en general y en la de nuestra Guerra Civil en particular. Con independencia de la postura de cada cual respecto a los bandos entonces enfrentados, pedimos respeto hacia este lugar que nos debe hacer reflexionar sobre el mayor trauma de nuestra historia colectiva en el siglo XX.