Virar a sepia una fotografía puede otorgarle un toque antiguo, algo sencillo de hacer con programas de retoque fotográfico, incluso muchas cámaras ofrecen directamente esa función. Pero lo que Ramiro Menéndez hace es algo bien distinto y requiere no sólo un gran dominio de las aplicaciones de edición gráfica, sino también un buen conocimiento geográfico, y sobre todo una gran capacidad creativa. Porque lo suyo no es envejecer una foto actual sino algo que para los profanos puede parece casi mágico: rejuvenecer un paisaje fotografiado.
En el ejemplo que mostramos al final de estas líneas vemos uno de los puestos de fuego de la posición de La Escrita. Hoy este lugar es un tupido bosque, pero en los tiempos de la guerra, cuando la posición era una avanzadilla en primera línea, la loma estaba despejada, con apenas algunos pocos árboles que ofrecieran su sombra. Quien visite esta posición sólo puede hacerse idea del contexto topográfico si echa un vistazo a los mapas reproducidos en los paneles interpretativos, pues el bosque no deja ver más allá de unos pocos metros. Sin embargo Ramiro ha hecho un trabajo interesantísimo para mostrarnos como sería la posición en la época, reproduciendo en la medida de lo posible el entorno. Desde luego el realismo es total y el trabajo digno de felicitación. Frente al puesto de tirador vemos las lomas de La Manga a las que estaba enfrentada La Escrita, como si la foto se hubiera hecho realmente hace 75 años. Un gran trabajo